miércoles, 12 de marzo de 2014

NUESTRO SUEÑO SE MANTIENE INTACTO


Desde hace mucho tiempo siempre he tenido ganas de hablar sobre esto.

Al principio siendo niña mantenía la ilusión de conquistar un sueño, el cuál consistía en disfrutar corriendo, dar lo máximo de mí, mejorarme a mí misma y correr tan rápido como mi cuerpo pudiera llevarme.

Crecí, como muchos de mi generación, alimentando mis ganas de entrenar viendo a mis ídolos por televisión que se reforzaba con la ilusión que se desprendía de mi grupo de entrenamiento. Al poco, ya no sólo los veía por televisión sino que aquellos ídolos nacionales los tenía delante, en cada competición, cada fin de semana podía compartir con ellos mi tiempo….aunque ellos, ni me miraban….aun así tardé tiempo en realizarme la primera fotografía con uno de ellos (una mujer que por entonces llenaba muchos segundos de mi espejo y del de muchas personas…) que hasta hace relativamente poco guardaba con cariño.

Cuando quise darme cuenta de la palabra mágica (DOPING) ya la había visto delante de mí. Procedía de los ojos de muchas de las personas que aun compartiendo el mismo sueño que yo, querían permanecer más tiempo despiertos y dejar de lado el tiempo necesario en su construcción.

Querían soñar sin dormir, acortar el tiempo necesario entre las ganas de soñar y de hacer realidad el sueño, querían engañar a su cuerpo que nunca había recuperado tanto, engañarse a sí mismos que siempre habían confiado, engañar al tiempo que siempre había esperado, a su cronómetro que jamás se había parado tan pronto, a sus zapatillas que jamás habían corrido tan rápido, a sus compañeros a los que jamás había ganado, a sus familias a las que jamás habían fallado.

Dobles ladrones: el dinero que roban y jamás devuelven cuando compiten y el dinero que deja de entrar en el atletismo por el daño que causan sus escándalos.

Lo he hablado en cien mil ocasiones, al terminar las carreras, en sobremesas, en corrillos, en entrenamientos, con personas cercanas, con rivales-compañeras que al igual que yo, se “matan” a entrenar día tras día, cuidándose al máximo y dándolo todo sabiendo también que nos enfrentamos a rivales que ya de salida no lo son.

Antes me daba pena, me preguntaba qué sentirían cuando sus nombres llenan noticias en prensa o televisión tras un escándalo de dopaje del que eran protagonistas, ¿sentirían orgullo? O si sería igual que cuándo acaparaban los medios de comunicación por un triunfo ¿sentirían asco de sí mismos en esos momentos? Ahora, me alegro enormemente cuando salen a la luz redadas, casos u operaciones.

No sé cuántos acabarán de entrar en el juego, pero al menos sé que cada vez que salen noticas de estas hay ladrones de menos.

A mí, sólo me queda luchar por una cosa que permanece intacta, MI SUEÑO.

SANCIÓN DE POR VIDA

No hay comentarios:

Publicar un comentario